No es un secreto que el tema educacional, está cada vez más instalado en la discusión publica, es que de un tiempo a ésta parte, muchos nos hemos interesado en la enorme “brecha” o “deuda” que el actual sistema arrastra a cuestas como un pesado lastre que resulta cada vez más difícil de eliminar.
Creo que la lectura que la sociedad en su conjunto hace de la Educación hoy por hoy es francamente brutal, hasta el día de hoy no se han solucionado las mismas problemáticas que inalienablemente el sistema educativo hereda del sistema social; La inequidad es un tema sin solución y que decir de la calidad.
Un poquito de historia (1)
A mediados de los años 70, el principal objetivo de la reforma educacional era ensanchar la cobertura en educación básica (la cual se amplió de 6 a 8 años), con el objetivo de hacerla universal y proponer una educación media de 4 años. Paralelo a estas modificaciones, se propuso mejorar la calidad de la enseñanza y hacerlo con equidad, para alcanzar a los sectores que más urgían de ella. Todos estos loables lineamientos fueron aun más difíciles de implementar debido a las contradictorias políticas implementadas en la década de 1980.
A partir de la década de 1990, el gobierno asume el estado de crisis del sistema escolar, en el cual busca instalar la innovación educativa y crear un nuevo ambiente en escuelas y liceos, sentando las bases para una reforma educacional. Es así como se impulsan algunos de los siguientes proyectos.
- Programa de mejoramiento de la calidad de las escuelas básicas de los sectores pobres (P900).
- Programa de mejoramiento de la calidad y la equidad en la educación (MECE).
- Enlaces.
- Programa de mejoramiento Educativo (PME).
La Reforma Educacional impulsada desde el año 1995 busca “desencadenar mecanismos de cambio y mejoramiento incremental en las prácticas docentes y de gestión pedagógica, en las salas de clase y en los establecimientos”(Mineduc, 1997). Una de las orientaciones fundamentales de la Reforma es la descentralización educacional, otra es generar la disposición al cambio permanente.
Los ejes direccionales de la Reforma fueron:
- Programa de mejoramiento e innovación pedagógica.
- Desarrollo profesional de los docentes.
- Mejoramiento de las condiciones de trabajo.(SNED)
- Asignación por desempeño difícil.
- Premios a la excelencia docente.
- Perfeccionamiento docente.
- Programa de fortalecimiento de la formación inicial de docentes.
- Reforma curricular.
- Jornada Escolar Completa (JEC).
Entonces… ¿Qué paso? ”¿Dónde perdimos el rumbo?”
Al contrastar las evidencias históricas que dan génesis a el actual sistema escolar, los expertos de entonces no estaban muy alejados de los factores que actualmente se destacan como negativos o irresolutos.
Entonces me cabe la siguiente pregunta, ¿Cómo es que podremos hacer que el sistema educativo chileno logre en definitiva sus objetivos?
Creo que la respuesta está más alcance de lo que se pensaría, personalmente valoraría que las reformas educacionales se hagan a la medida del país, teniendo en cuenta factores endógenos de nuestra sociedad, dado que, al adaptar o importar sistemas estamos desconociendo las problemáticas que subyacen desde la sociedad y que sin lugar a dudas median el éxito de una propuesta de tamañas dimensiones.
El objetivo es importante, pero el proceso no se debe descuidar. Además no se puede reconocer al sistema educativo alienado del contexto país.
Por ejemplo, un sistema educativo top en el mundo es el Finlandés, el cual tiene una receta muy buena para haber logrado convertirse en el “top one” de la educación mundial.
Por lo pronto, a los factores de contexto en que se desenvuelve el sistema nórdico. Finlandia es una sociedad situada, junto a Japón y Suecia, entre las más igualitarias del mundo; Chile, entre las más desiguales. Su población (5,2 millones) no enfrenta problemas de indigencia y pobreza; al contrario posee uno de los más altos niveles de ingreso per capita del mundo. El gasto por alumno, en moneda comparable, es allá 2,3 veces el chileno en la educación básica y 3,1 veces en la educación secundaria. Si se compara sólo el gasto por alumno que asiste a escuelas financiadas por el Estado, la diferencia sería todavía más grande. De hecho, el gobierno nórdico gasta en educación, en proporción al producto, dos puntos más que Chile; en un país donde los ingresos del Estado alcanzan a un 39% del producto mientras en Chile bordean el 22%.
En cuanto al sistema educativo propiamente, Finlandia posee una provisión netamente pública de enseñanza obligatoria; sólo un 3% de los alumnos asiste a escuelas privadas subvencionadas.
La administración de los colegios es altamente descentralizada a nivel comunal.
Los procesos de admisión a los programas de formación inicial de profesores son rigurosos; sólo un 10% de los candidatos ingresa a las universidades que imparten carreras de pedagogía. Los futuros docentes deben obtener el título de Master, que se alcanza en 4 años.
Los programas formativos de los profesores primarios son predominantemente de contenidos y métodos de enseñanza; en el caso de los profesores secundarios, dominan las materias disciplinarias y sólo un 22% de los créditos se destinan a aspectos educacionales.
La carga horaria de aula de los profesores finlandeses es moderada; entre 15 y 23 horas semanales.
La relación alumnos por profesor dentro del sistema es de 16:1 en el nivel primario y de 13:1 en el nivel secundario, en contraste con Chile donde es de más de 30:1 en ambos niveles.
Además, todo empleador de profesores, sea el director de un colegio o la autoridad comunal, está obligado a otorgar a cada profesor entre 3 y 5 días anuales para educación continua, la que es de orientación esencialmente práctica. En general, los docentes del país nórdico gozan de alta estimación social. (2)
En conclusión
Es necesario el trabajar por forjar una sociedad más integradora, capaz de otorgar a sus ciudadanos mayores y mejores condiciones para su desarrollo, las cuales no sólo dependen del sistema educacional en exclusiva, pero que evidentemente obedecen al rol que el Estado debe asegurar.
“Gobernar es Educar”
Pedro Aguirre Cerda. Presidente de Chile (1838 -1841)
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(1) Reforma Educacional Chilena, Revista CEPAL 73. José Pablo Arellano M. Abril del 2001
(2)Artes y letras, El Mercurio. José Joaquín Brunner Domingo 15 de octubre 2006.
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