El verdadero frijol mágico

Hoy en día el concepto de una educación moderna es tremendamente amplio, es por todos conocido, que la variable tecnológica juega un papel preponderante como una poderosa herramienta, pero sinceramente quiero aclarar que no es el frijol mágico que muchos creen.

Mi objetivo es apuntar más allá, y clarificar la intencionalidad para generar una educación moderna, integradora, fuera del anacronismo. Comienzo preguntando algo que muchos debiéramos cuestionarnos constantemente ¿A quien estamos educando?, ¿Para qué estamos educando? y ¿Cómo estamos educando?

Entonces creo que es fundamental el redefinir el rol de cada docente frente a sus alumnos, donde el profesor debe tener plena conciencia de los alcances de su labor. En la cual es importante tener la siguientes consideraciones.

• Que el aprendizaje es un proceso continuo y permanente.
• Que es necesario abordar los contenidos con un sentido de utilidad para el estudiante.
• Que el factor de importancia de la didáctica del docente es preponderante para proceso de enseñanza-aprendizaje.

De esta forma es que entra en juego un concepto muy conocido por todos los que hemos estudiado las teorías del aprendizaje,la METACOGNICIÓN. Que no es otra cosa que, la capacidad que posee una persona para controlar y asumir su propio aprendizaje.

Cuantos de nosotros nos hemos visto entrampados en la aplicación de métodos, alejados del fin u objetivo, el cual es simple y es lograr que nuestros alumnos aprendan, no sólo para la prueba o test, sino que para la vida.

Es aquí donde se incorporan y suman las TIC en la educación, no solo por el mero hecho de imponer sincréticamente la tecnología, sino que sumar como herramientas de este siglo, las cuales obviamente pertenecen más a nuestros alumnos que a los docentes. Es por esto, que se hacer urgente una revalorización de la función de educar en nuestros días.

Los invito a ver la charla realizada en la Expo Enlaces 2009, donde Marc Prensky (Escritor e investigador sobre tema de educación y aprendizaje). La visión que se presenta en su charla “Involúcrame o Enfuréceme: Educar hoy a los nativos digitales”, es muy coherente a la realidad, véanla completa (1/7)

Hablando en base a mi praxis en la cual puedo ser testigo de la dificultad para implementar un sistema diferente, al que rige la unidad educativa en la que me desempeño. Como respuesta a la negatividad que he encontrado, he investigado lo siguiente.

La resistencia al cambio, es una reacción esperada por parte del sistema, la cual estando en un largo periodo de equilibrio, percibe una amenaza de la inestabilidad e incertidumbre que acarrean las modificaciones. Muchas veces no se manifiesta de forma hostil, sino que se presenta de manera indirecta. (Sólo presento algunas)

	1. Cuestionar de forma quisquillosa cualquier proyecto de cambio
	2. Recordar nostálgicamente el pasado
	3. Abstenerse de participar en el proceso
	4. Desacredita a los iniciadores del cambio

Bueno el tema de la resistencia a los cambios es una consecuencia secundaria de lo que plateo, igualmente me gustaría profundizarlo próximamente.

De igual forma creo en el replanteamiento que cada comunidad educativa debe hacerse, teniendo en cuenta tamaño desafío a cuestas. Es entonces este simple acto de conciencia el que se convertirá en una semilla poderosa que puede y debe germinar, para dar como fruto una nueva apreciación sobre la forma de hacer una educación más moderna, integradora y de calidad.

En la cual el verdadero frijol mágico, es la MOTIVACIÓN que tiene el docente verdaderamente dedicado y enfocado a la mejora constante (no por alardear con sus colegas sobre sus logros cuantitativos), sino que, aquel profesor inquieto por mejorar para sus alumnos, en sintonía con el desafío que asumimos todos los que educamos, el cual es el dar el 100 %, lo mejor de nosotros, para dejar una huella positiva, esa marca que desde un inicio me hiso tener la seguridad que esta profesión sería mi vocación de por vida.